¿Cómo podemos mejorar nuestra calidad en el servicio?

¿Qué podemos hacer para que nuestro servicio sea impecable?

Solemos crear estrategias complicadas, hacer encuestas de servicio y ponemos nuestra atención en como mejorar nuestro servicio tratando de buscar la respuesta afuera de nosotros mismos, afuera de nuestra organización, cuando tal vez no nos hemos preguntado ¿Cómo con lo que tenemos y somos podemos servirle mejor a nuestros clientes?

Cuando pensamos servir mejor a nuestros clientes, en realidad pensamos ¿Cómo podemos vender más? ¿Cómo le hacemos para que éste cliente nos compre más? ¿Cómo le hacemos para tener más dinero?

Este tipo de preguntas se alejan del genuino deseo por servir, se alejan de la verdadera calidad en el servicio ya que las respuestas no nos llevan a mejorar la calidad en nuestro servicio, sino en crear estructuras para seguir exprimiendo al cliente sin considerarlo.

El enfoque de una genuina calidad en el servicio, no se plantea el ¿Cómo vender más? sino:

¿Cómo puedo resolver las auténticas necesidades de mi cliente?

¿Esta negociación está fortaleciendo a mi cliente o va en detrimento suyo?

Sirvo mejor cuando me enfoco en servir a mi cliente como si el fuera yo mismo.

Sirvo mejor cuando nos preguntamos:

¿Cómo podemos servirle mejor a nuestro cliente con lo que somos y tenemos?

¿Qué pasaría si comenzásemos a servir, con escucha, con respeto, con sinceridad, con empatía, con una verdadera pasión por servir? Tal vez diríamos que, amar es calidad en el servicio.